Nit de llum i patrimoni a Sineu
Queridos paseantes nocturnos,
En esta décima edición, os invitamos a pasear y descubrir los alrededores del Mercat, un área que hasta ahora apenas habíamos explorado. Como siempre, hemos procurado combinar luz, creatividad e ingenio para poner en valor algunos rincones y el patrimonio de nuestro pueblo, con la mirada puesta en el presente y sus dilemas — que también son los nuestros.
Esperamos que disfrutéis del paseo y que la oscuridad nos ilumine.
Col·lectiu Contrallum
En noviembre de 1880 apareció en la prensa insular una crónica del mercado semanal que decía: «La plaza del mercado cuajada de cerdos cebados. Su precio oscilaba entre 8,50 y 10,75 pesetas la arroba». Y es que, entre los años 1830 y 1950, la demanda y rentabilidad del cerdo de engorde destinado al mercado peninsular fue muy importante, y los miércoles eran un punto de venta de primer orden, hasta el punto de que el ayuntamiento subastaba el estiércol que generaban estos animales el día de mercado.
En este lugar, un año más, hemos colaborado con el “Col·lectiu Bojos per Galileo”, que este año nos sorprenden con este baile de péndulos:
EL BALL HIPNÒTIC DELS PÈNDOLS
Observando las oscilaciones de la lámpara principal de la catedral de Pisa, el joven Galileo Galilei (1564–1642) empezó a investigar el funcionamiento de los péndulos y contagió su magia hipnótica a otros científicos de la talla de Johann Bernoulli (Basilea, 1667–1748). Descubrieron que estos ingenios son muy cabezotas: sus oscilaciones no dependen del material del que están hechos ni de la amplitud de la oscilación; solo de la longitud de su hilo.
Su fórmula nos dice que la trayectoria es un arco de circunferencia (2π), que el motor del sistema es la gravedad (g) y que, efectivamente, para cambiar el tiempo que dura una oscilación (período, T) solo debemos cambiar la longitud de su soporte.
El baile de los péndulos no es más que un juego de equilibrios de sustentación ingrávida, un acuerdo coordinado como el que debería regir este mundo nuestro donde, por desgracia, poderosos asesinos se empeñan en cortar los hilos de los que penden las frágiles vidas de miles de personas.
Música: Nocturn núm. 1 op. 9 de Frederic Chopin en la interpretación de Kun-Woo Paik.
La luz negra, o luz de Wood, es una luz compuesta por un color púrpura con un componente ultravioleta. Esta luz se utiliza en medicina, en el mundo de la restauración o en la numismática. Entre los años 60 y 70 empezó a emplearse entre los jóvenes hippies como un nuevo símbolo del término libertad. Por extensión, comenzó a utilizarse en el mundo del teatro y de las discotecas, ya que hacía resaltar unos colores sobre otros, logrando efectos sorprendentes.
En Sineu, la presencia de esta luz probablemente empezó a popularizarse entre los años 80 y 90, cuando el pueblo se convirtió en uno de los referentes de la isla en el ocio nocturno. Fruto de aquel momento es, por tanto, el cambio de nombre de estas escaleras, que entre las generaciones de jóvenes de los 80, 90 y siguientes adoptaron el nombre de ses Escales des Nuu, en referencia al famoso pub que hubo ubicado en este espacio durante ese periodo.
Estas escaleras que conectan el Carrerr d’Avall y el Carrer Sol, para los más mayores, son conocidas como “Ses Escales de Cas Tintorer” —tomando el nombre de la casa adyacente, ahora Can Querol—. Las escaleras se reformaron en 1907; la configuración actual es resultado de la obra del nuevo Mercado Cubierto (es Pes des Porcs), ejecutada entre 1949 y 1957.
No hace tanto tiempo que la tarea de los pozos públicos era fundamental. El abastecimiento de agua al pueblo era, cuando menos, imprescindible, y la red municipal de estos, documentada ya desde el siglo XIV, llegó a estar formada por doce puntos donde se podía extraer agua. Desde hace un tiempo, su utilidad como puntos de recogida de agua es prácticamente nula, pero cumplen la función básica de recordarnos el pasado y la importancia de un bien básico para la vida. Este es el Pou de Ca na Morera (antes de na Prats), adquirido por la Sala en 1584.
Este 2025 las alertas de sequía se han extendido por toda Mallorca, hasta el punto de que las reservas hídricas han quedado por debajo del 50% y, en algunos pueblos, se han producido restricciones durante los meses de verano, o han tenido que ser abastecidos de agua con camiones cisterna. El Pla de Mallorca y Sineu no son una excepción; el agua es vida, para las personas, para la agricultura y para la ganadería…; nosotros debemos ahorrar y ser cuidadosos con el uso que hacemos de ella; ahora bien, también actividades como el turismo han de ser conscientes y tomar medidas.
Escuchemos, pues, el llanto de la sequía o la armonía del agua, y pensemos, literalmente, que “mica en mica, s’omple la pica”.
El Camí d’Avall era el camino de entrada a la población desde la carretera de Santa Margalida hasta la plaza Es Fossar y, desde la rotulación oficial de 1863, se designaba como calle de Migueletes, en referencia a la milicia de soldados que recibía este nombre, surgida en tiempos de la Corona Catalano aragonesa, abolidos por Felipe V tras la Guerra de Sucesión. Durante la II República, la calle pasó a llamarse calle de Manuel Azaña; durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, la calle se llamó calle Teniente Pedro Mateu. Mantuvo esta denominación hasta 1987 cuando, a propuesta de la Comisión Informativa de Cultura, recuperó el nombre de carrer d’Avall.
Vista la historia del nombre de esta calle, ligada al ejército y a los conflictos armados, hemos querido dedicar un espacio a la necesidad de PAZ con mayúsculas. Lamentablemente, en estos últimos años también estamos batiendo “records” en guerras; según la Escola de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona, en 2024 hubo 37 guerras activas, la cifra más alta de los últimos doce años y desde la Segunda Guerra Mundial. Además, es el momento en el que ha habido más personas desplazadas por guerras y conflictos.
Es evidente que nos hace falta una reflexión global para detener toda esta barbarie, y clamar por la PAZ mundial. También es necesario invocar la fuerza de la vida y de la naturaleza, ya que, en los espacios en ruinas, la naturaleza acaba haciéndose un lugar, como puede verse en este sitio. Aunque resulte una contradicción, finalmente la vida acaba ganando espacio a la muerte y a la destrucción, a pesar de las consecuencias del conflicto.
El dibujo ha sido realizado por Rderous, ilustradora y una de las organizadoras de Contrallum.
En septiembre de 1930 se redactó el proyecto de urbanización del Camp d’en Riutort a instancias del propietario de la parcela, Esteve Ribas i Borràs. Esta finca, de poco más de dos cuarteradas, lindaba con la actual calle d’Avall, la plaza Es Fossar, el Torrent des Fossar y la línea del ferrocarril. Con este se proyectaron dos calles, paralelas a la calle d’Avall y que llevarán la misma dirección, de Este a Oeste, y dividirán la finca, “Es Camp”, en dos manzanas de fácil división en solares. Además, en su extremo Oeste, se proyecta otra calle normal a las anteriores, que separará estos solares de la Plaza Mercado. En el extremo Este, se proyecta la calle E [carrer de l’Estació], con el fin de dejar una vía lindante con el ferrocarril, evitando que pueda utilizarse como lugar de desperdicios.
Estas calles, que podríamos considerar una de las primeras expansiones de Sineu, han estado históricamente ocupadas por pequeñas industrias y artesanos. En esta calle, uno de los vestigios de esta tradición de menestralía son las ferrerías. El trabajo del hierro es una tarea ancestral y prehistórica. Ancestral porque muchas culturas tienen en su mitología una deidad dedicada al hierro: Hefesto para los griegos, Vulcano para los romanos o Tuba-Caín en el Génesis. Además, es prehistórica hasta el punto de que los historiadores bautizaron el último periodo de la Prehistoria como “Edad del Hierro”, ya que en esta etapa el ser humano empezó a emplear este metal y resultó un hecho del todo revolucionario.
Herramientas y útiles a los que hoy damos luz pueden ser el yunque, la forja, el tornillo, el martillo, el martinete, la maza…
En 1911, en la publicación local Sinium, apareció un artículo titulado Avenç, donde se alababa la iniciativa de Antoni d’Espanya i Serra (Palma, 1883–?) de construir una fábrica de electricidad que permitiría que «pronto podamos tener en este pueblo una nota que lo hará salir de los moldes antiguos: la luz eléctrica». Al año siguiente se inauguró la Central Eléctrica Sineu (CES), en una parcelación del Camp de Son Font junto a la estación de ferrocarril y el Torrent des Fossar, y se firmó un contrato con el Ayuntamiento de suministro de fluido eléctrico para el alumbrado público, consistente en una instalación de 50 faroles.
Catorce años más tarde, en 1926, el propietario acordó con la sociedad inquera La Propagadora Balear de Alumbrado, SA la venta de la red de distribución eléctrica con todos los bienes y derechos pertinentes. La venta no incluía la central productora, la cual, con el paso de los años, ha tenido distintos usos, desde acoger la Granja Juan Mestre hasta la actual Sa Serradora.
Esta instalación ha sido realizada por el alumnado de FPB de Electricidad y Electrónica del IES Sineu.
A las cuatro de la tarde del 17 de febrero de 1878 llegó el primer tren procedente de Palma a la estación de Sineu. Esta estación formaba parte de la Línia General, que unía Palma, Inca y Manacor; ya desde el principio fue la más rentable y de mayor tráfico de los Ferrocarrils de Mallorca. Constaba de edificio de pasajeros, excusados, un almacén para mercancías, una aguada, una lavandería, corrales para ganado y, a partir de 1900, un muelle de carbón, muestra de la incipiente industria minera en nuestro pueblo.
El actual edificio de pasajeros fue inaugurado el 23 de abril de 1926, y es un bello ejemplo de arquitectura ferroviaria, construido entre 1924 y 1926. El nuevo sistema de transporte ayudó a una cierta modernización de la villa y potenció la llegada de visitantes, de mercancías y de animales. La ubicación de la estación, al sur de la población y en situación periférica, impulsó el crecimiento de la población hacia este lugar.
En 1971, sin embargo, se volvió a cerrar el eje ferroviario Palma – Manacor, dejando Sineu sin tren; no fue hasta 2003 que este servicio se restableció.
En 2001, a instancias de Joana M. Ferrer i Cerdà Ferrer (Sineu, 1913–2010), se urbanizó una parte de la finca rústica conocida como l’Hort de Can Ferrer. La planificación destinó una parte de la ordenación a zona verde que el Ayuntamiento, en 2005, adecuó como plaza. Este nuevo espacio urbano, con una gran explanada circular en el centro, pasó a designarse como Plaça de s’Era, una clara referencia al topónimo de la finca recogido en el amillaramiento de 1868, que era La Era o ‘El Abeurador’. También hacía referencia a las eras públicas que había emplazadas en la zona próxima de Es Fossar, que durante un tiempo fue conocida como Plaça de les Eres.
Aprovechamos, pues, este espacio circular de la era, que nos recuerda a un teatro grecorromano, para ubicar un punto dedicado a la danza, disciplina que nos conmueve a partir del movimiento de los cuerpos, que nos permite expresar sentimientos individuales o colectivos y que se ha convertido en uno de los símbolos de la cultura y la sociedad humanas.
En la parte sur de Sineu, entre es Sacoster y el núcleo urbano, discurre una pequeña cuenca hidrográfica que drena hacia el Torrent des Fossar. Por este motivo, en esta zona históricamente se han localizado pequeñas zonas irrigadas destinadas a huerto: Hort de Can Beia, Sínia de Can Cugula, Hort de Son Garriga, Hort de Can Ferrer y Hort des Felips.
Y es en este lugar donde hemos encontrado el espacio idóneo para celebrar el Any Llompart, ya que este año se conmemoran 100 años del nacimiento de Josep Maria Llompart, uno de los poetas e intelectuales más potentes que ha dado nuestra tierra. Activista cultural incansable, fue uno de los fundadores de l’Obra Cultural Balear y presidente de esta entre 1978 y 1986; fue también presidente de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana y miembro de la Secció Filològica de l’Institut d’Estudis Catalans. Recibió numerosos premios y condecoraciones.
Así pues, con los polinizadores, hechos por el alumnado del CEIP Rodamilans, como acompañantes, os invitamos a adentraros en el Camí florit, de Josep Maria Llompart, pero también en el Camí florit de Ànimos Parrec. Si Llompart nos hacía una fotografía del foravila de los años 90 del s. XX, el grupo santjoaner nos describe lo que hay en las afueras del s. XXI.
(Y si queremos que las abejas sobrevivan para continuar polinizando, nos hace falta reflexionar…)
Camí florit
Llevamà, card, fonollassa,
rosella, cascall, lletsó,
vinagrella, corritjola,
ginesta, aritja, fonoll,
passionera, cugula,
mareselva, safrà bord,
floravia, canyaferla,
baladre, argelaga, albó,
falguera, olivarda, estepa,
clavell de moro, coscoll,
heura, contell, englantina,
vidalba, murta, maimó,
cama-roja, campaneta,
ravenissa, bruc, guixó
(i en l’aire color de vauma
l’esgarrifança d’un poll).
Josep Maria Llompart, 1990
Camí florit
Uralita, alternadora, grua, somiers,
llaunes, retroexcavadora, bosses de fems,
arqueta, fossa sèptica, tubs de PVC,
enderrocs, saques de grava i sacs de ciment.
Alarma! Filferro, malla militar,
cuidado con el perro, lloc videovigilat,
infracció urbanística, tobogan,
piscina infinity, vessament fecal.
Xylella fastidiosa, coatí,
tortugues de Florida,
becut vermell, banyarriquer,
cotorres argentines.
Formigó estampat, solera, gespa artificial,
sofà de palets, bandera, marès fals,
repetidor, parabòlica, tonelades d’asfalt,
petjada ecològica i deu mil plaques solars.
Xylella fastidiosa, coatí,
tortugues de Florida,
becut vermell, banyarriquer,
cotorres argentines.
Ànimos Parrec, 2025
La calle del Fang debe su nombre al hecho de que, tiempo atrás, cuando llovía, esta calle se llenaba del barro arrastrado por el agua de escorrentía proveniente de las calles empinadas que enlazan perpendicularmente. Tenemos constancia de este nombre ya desde el siglo XVIII en el plano ichnographico de la Villa de Sineu (1786) de Jeroni de Bestard i Solà.
Dos elementos en esta vía nos hacen retroceder un poco más en el tiempo: en Can Joan Monara, un escudo redondo con festones y volutas, donde se representa el escudo de armas de la familia Riutort bajo el anagrama IHS y la inscripción ANY 1584.
A los que estamos “abajo”, elevarnos nos hace sentir más cerca de los que están “arriba”… Por eso, en este punto de nuestro recorrido, con estas avionetas, queremos aprovechar para volar en el recuerdo y así acercarnos a un voluntario de Contrallum que nos dejó a principios de este año. ¡Vuela alto, Joan!
El Mercadal, entre 1864 y 1987, era el espacio donde originariamente se llevaba a cabo el mercado semanal. Este lugar, sin embargo, fue perdiendo peso como sitio de transacciones, en favor de la plaza Es Fossar y Sa Plaça. En 1878 tuvo lugar la primera Fira d’agost que se celebraba el tercer domingo de aquel mes. De la tercera edición sabemos que «La plaza de San Marcos bien provista de manzanas procedentes del Valle de Petra, (…), de turrones, avellanas, patatas, pimientos y cáñamo de La Puebla y Muro». Un siglo más tarde, en 1983, el corresponsal del Baleares Miquel Fontcuberta i Palou (Sineu, 1948) firmaba la última crónica de la Fira d’agost donde la reunión de vendedores y compradores había desaparecido y se había convertido en todo un conjunto de actos que ponían punto final a las fiestas patronales de la ‘Marededéu d’agost’.
En este rincón, el proyecto BuyMySilence de Antoni Fluxà, de Sineu, junto con MSC de Miquel Seguí, de Inca, han creado esta pieza musical exclusivamente para Contrallum. BuyMySilence experimenta con la música electrónica de ambient house y ha creado un juego de luces y sonidos con sábanas, inspirado en la historia del comercio de cáñamo (“cànyom”) que se llevaba a cabo en este lugar.